Bastante mas preparada venía Danuta, que en 1987 con su Touch My Heart quería que alguien le tocara el corazón, aunque posiblemente se refería a otro miembro de su cuerpo, más exterior. Voluptuosa como pocas, esta polaca empezó posando en fotos eróticas y luego como actriz en Alemania e Italia, para acabar realizando este vídeo musical que más parece un vídeo erótico o un reportaje publicitario de Corporación Dermoestética. Alegrémonos la vista -y los oídos, el tema italodisco no desmerece nada- durante unos minutos, especialmente en las escenas de bañera y espuma. Y creedlo, pues... ¡son naturales!
La inglesa hacía lo posible para ponernos calientes, con una actitud más rockera y empleando la insinuación lírica y gestual, acompañada de algún que otro gemido, pero sin llegar a desvertirse del todo debido seguramente a su naturaleza inglesa. Samantha Fox, quién si no, nos pedía -al igual que Danuta- que la tocáramos en su Touch Me (I Want Your Body), 1986, a lo cual nunca he visto inconveniente.
Ya de espíritu más latino y rebelde, la italiana Sabrina nos dejó impactados en 1987 con su vídeo veraniego de Boys, pero especialmente en el programa de fin de año, donde "sin querer" -para los ingenuos y almas cándidas- nos enseñó uno de sus preciosos senos, de los cuales no paraba de hacer gala en la piscina del correspondiente vídeo musical. Ese año Sabrina consiguió despertar pasiones y revolucionar las hormonas de los púberes españoles.
Ya por último, la española acabó la década de manera explosiva. Marta Sánchez, liderando el grupo Olé Olé, apretada de negro y con botas castigadoras, levantó la moral -y algo más- de nuestras tropas en el Golfo Pérsico en 1990 con Soldados del Amor, consiguiendo que todos los españoles pensaran por unos instantes en otro tipo de guerra, en la que Marta sería nuestra soldado fetiche.
R.O.C.
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