lunes, 28 de diciembre de 2009

Let the piano play

Y es que algunas canciones electrónicas van acompañadas de fondo por la notas de un piano. Es el caso del Top Gun Anthem, comentado en un artículo anterior, con Harold Faltermeyer al piano. Y ocurre en diferentes estilos. Ya en los 80 el grupo Hipnosis (a veces escrito Hypnosis), muy conocidos dentro del spacedance -subgénero del italodisco con connotaciones espaciales- y autores de temas como Droid y la versión del tema Pulstar de Vangelis, nos mostaron su particular inclusión del piano en este estilo musical futurista, el cual aporta un cierto aroma de jazz y, en suma, de elegancia. Se trata de Automatic Piano, de 1987.

El efecto piano se puede obtener también a través de un teclado/sintetizador en modo piano, lo cual parece ser el caso del tema interpretado por DJ Bobo y VSOP (Vienna Symphonic Orchestra Project) 10 años más tarde, 1997, con Shadows of the Night. En la versión B & B Remix se aprecia el piano con mucha más frecuencia y claridad que en la versión clásica instrumental (Classic Instrumental Version), pero tendremos que contentarnos con escuchar esta última -en el cual destacan los instrumentos de cuerda- al no estar disponible la anterior. No obstante, añadiremos un vídeo de DJ Bobo donde se escucha ampliamente el piano en una versión remix instrumental -el vídeo empieza a partir del segundo 40-.

Pero, ya dentro de la escena dance, es en el género dream house donde el piano tuvo una gran repercusión, especialmente entre 1995 y 1997. El nacimiento del mismo se debió en gran parte al éxito del single de Robert Miles, Children, el cual no dispone de letra -ni falta que le hace-, pero que destila calidad en cada nota de piano. El original vídeo visiona los paisajes que recibe una niña desde la ventanilla de un autocar. Un viaje para soñar.

En este género destaca también un grupo menos conocido, Imperio, pero que personalmente es mi favorito en este género para soñadores. El nombre de esta banda austríaca procede de la gran afición de su fundador, Norbert Reichart, por todo lo relacionado con el latín y el Imperio Romano. En 1996 el grupo austríaco compuesto por Norbert -quien ya recibía clases de piano a los 6 años- y Manuela Ray como vocalista, lanzó el álbum Return To Paradise, el cual incluía Atlantis, muy romántico y con algún "apunte" submarino, y para mi el mejor tema dream house hasta el momento: Cyberdream, donde nos adentramos -a través de un interfaz virtual- en un viaje futurista a, cómo no, el Imperio Romano a toque de piano. Magia y fuerza se desprenden de la voz de Manuela, que nos sumerge en este mundo virtual tan particular, un mundo dentro de nuestros sueños.

Seguimos soñando de la mano de los grupos Zhi-Vago y Piano Negro. Los primeros, alemanes, se dieron a conocer con su primer single, el famoso Celebrate The Love. A continuación compusieron Dreamer, con menos éxito pero que merece mucho la pena detenerse a escucharlo, ¡realmente delicioso!. Los segundos, Piano Negro, bastante desconocidos, compusieron un tema más tribal, que nos permite soñar en otro continente, In Africa.

Los acordes del piano también se emplean en el dance actual. En 2003 el grupo germano Magic Affair nos traslada con Fly Away a la mismísima (y "serenísima") Venecia, ya con una música más bailable y marchosa, más apoyo de graves, pero con un reposo dream aportado por el siempre elegante piano -en este caso muy parecido al empleado en Celebrate The Love-. Escuchemos la versión Yanou Remix y dejemos volar la imaginación en este fabuloso viaje por las calles de Venecia.

En 2008 Eric Prydz nos lleva a soñar a territorio apache con el vídeo de su single Pjanoo, un tema ya más electrohouse, elevador y refrescante -sobre todo para el protagonista del vídeo-.

Bueno, siempre que con ello mejore la canción, dejemos que el piano siga sonando y acompañándonos, o en otras palabras, como dirían en el Rick's Café: "Tócala otra vez, Sam".


R.O.C.

jueves, 17 de diciembre de 2009

'Discoparade': italodance en las ondas

La música de baile, entendida en sentido amplio, siempre ha tenido dos conductos de difusión que se alimentan mutuamente: los temas que por el día se emiten en la radio, de noche se gozan en las pistas: el consumo más o menos pasivo y privado que se disfruta en casa a través de las ondas, pasa a ser en pubs y discotecas colectivo y casi antropológicamente ritual, porque preludia los ritos de apareamiento. A su vez, los buenos recuerdos de la madrugada asociados a una música concreta llevan a que se demande otra vez su emisión en los circuitos radiofónicos, con lo que el círculo se cierra.

En el caso del estilo musical que nos ocupa últimamente, el italodance, fue decisiva la labor difusora en su país de origen del programa 'Discoparade', que se emitía en una cadena local del noreste peninsular, llamada Discoradio. Espacio presentado en sus comienzos por Dario Desi (1988-1990), fue sin embargo en la etapa de Marco Ravelli (1990-2005) cuando alcanzó su esplendor. Allí obtuvieron enorme popularidad autores como Eiffel 65, Gigi D'Agostino o Molella.

Una particularidad de 'Discoparade' era que hacía una clasificación todos los sábados, a las dos de la tarde, de las veinte canciones más bailadas en Studio Zeta, la discoteca más grande de Lombardía. Además, todos los fines de año -normalmente el propio 31 de diciembre-, Marco Revelli presentaba un 'Discoparade' especial con los treinta éxitos más bailados durante el año que iba a terminar, y entre ellos predominan los italo, aunque no sólo, música patria al fin y al cabo. A través del siguiente enlace wikipédico pueden consultarse las listas correspondientes al periodo 1997-2005, cuando se vivió el auge del italodance: un tesoro que debemos evaluar detenidamente. Diré antes de nada que el ya clásico entre los creadores de este blog CD 6 está muy representado (si no me equivoco, he llegado a contar hasta diez temas).

F. J. E.

martes, 8 de diciembre de 2009

Italodance, na ni na na nao

En el artículo anterior hacíamos breve mención a este estilo musical italiano creado a finales de los 90 por Gigi D'Agostino como una evolución del eurodance, y con un predominio de sonidos agudos y las distorsiones vocales. Canciones muy alegres y temática simplista, a veces playera, de un estilo al que le debemos qué menos que un artículo en este blog.

Si claramente la figura de Gigi resalta por encima de cualquier otra en este estilo, no haremos más mención de él que la referencia al artículo "Tiempo de 'mon'", de obligada lectura para cualquier amante del dance de los 90. Seguramente en el podio del italodance le acompañan Prezioso y Eiffel 65 -como curiosidad, la primera parte del nombre del grupo, Eiffel, salió aleatoriamente de un programa de ordenador-.

Prezioso es un dúo de dos hermanos italianos, Andrea y Giorgio Prezioso, que destacaron junto a Alessandro Moschini (Marvin), formando el trío Prezioso feat. Marvin, los cuales revolucionaron en 2003 a Italia -y Europa- entera con su hit Voglio Vederti Danzare, versión del éxito de Franco Battiato, y con Tell Me Why, su primer éxito conjunto en 1999. Veamos las caras del trío en este último vídeo, y la morena a la que preguntan, con altavoz en mano, eso de...

Tell me whyyyy you won't love,

whyyyyy my love.

Si bien el tercer puesto en italo dance se lo debería llevar, en cuanto a notoriedad, Eiffel 65, yo se lo regalaría gustoso a un italiano gamberro, Paolo Ferrali, que me tiene fascinado con su originalidad y sus sonidos extremadamente agudos. Conocido en el entorno musical como Mabel, alcanzó su mayor éxito con Disco Disco (1999), aunque yo personalmente me quedo con ese toque de chulería de su segundo hit Bum Bum (2000) y la originalidad de su vídeo, ¡fenomenal!

Otros artistas italo dance a destacar son DJ Lasha y Gabry Ponte. El primero compuso Giulia, un tema en italiano muy conocido allí. El segundo, ex-componente de Eiffel 65, hizo un remix convincente, con un vídeo que hipnotiza -no sé si hipnotiza más la música o los bailes de la agradable morena-.

Los Paps 'n' Skar, con su Turn Around (2000), con eminente influencia del Blue (1999) de Eiffel 65 (así lo atestiguan el mismo empleo de los vocoders), y Lady Violet, con Inside To Outside (1999), continuan la senda italodance con esas voces distorsionadas. Me quedo con la señorita Violeta y su pegadiza versión del tema original ochentero de Limahl.

Por último, no quiero acabar este artículo sin hacer mención a la canción por la cual he puesto el título al mismo. Se trata de Sing a Song Now Now, una canción de A.C. One, quien es ampliamente conocido para los amantes del italodisco. Se trata realmente de Alberto Carpani, o lo que es lo mismo, Albert One, quien compuso ese gran For Your Love en plena cresta del italodisco, 1986. Para quien no le conozcáis de vista, es el gordito que acompaña a la negrita en el vídeo. Como no podía ser de otra forma, su voz aparece distorsionada, cosas del italodance. Bueno, escuchemos este temazo que bien podría haber entrado en el artículo "Altamente pegadizas" de mi amigo y co-fundador de este blog.

sing a song now now, na ni na na nao
sing a song now now, ni na na nao

R.O.C.

Breve recorrido por la música electrónica

Hagamos un ejercicio de historia musical electrónica. Primero fue Kraftwerk, pionero de los sintetizadores que lanzaron allá por 1974 su disco Autobahn, totalmente vanguardista por entonces, al que siguió en 1975 Radioactivity.

A finales de los 70 ya nos encontramos con un uso extendido del sintetizador, tanto en la música disco (e.g. esos fantásticos The Chase y From Here To Eternity, ambos de Giorgio Moroder), como en sus vertientes más enfocadas al baile, el euro disco (por ejemplo, Silver Convention y su Fly Robin Fly "...up up to the sky"), y el space disco (Cerrone y su Supernature, o el fenomenal Theme From Star Wars de Meco), también de finales de los 70 y tratado ya en artículos anteriores, orientada plenamente hacia la ciencia ficción.

También a finales de esta década nació el new wave electrónico, conocido por entonces como Cool Wave (Ultravox), entre 1978 y 1980, que evolucionó allá por 1981 en techno-pop, también llamado synth pop, con grupos como Depeche Mode y canciones como Just Can't Get Enough.

El techno-pop (o tecno-pop) derivó a mediados de los 80 en ciertos países europeos no británicos (Canadá incluido, con el llamado Canadian disco representado por el Living On Video de Trans-X) hacia el italodisco, especialmente en Italia (Den Harrow, Spagna, Baltimora, Sabrina), Alemania (C.C. Catch, Fancy, Modern Talking) y España (Azul y Negro). Este último estilo musical, sencillo, melódico y bailable, muy apreciado en este blog, también evolucionó, especialmente en EE.UU., en el Hi-NRG (High Energy), un estilo más enérgico, con mayor abundancia de graves y un toque más disco -no hay más que escuchar el tema homónimo de Evelyn Thomas, High Energy-.

A comienzos de los 80 también nació en Detroit el sonido techno de la mano del trío de Belleville -The Belleville Three-, al cual ya dedicamos en su día otro artículo. Concretamente el primer tema considerado techno es el Alleys Of Your Mind (1981) de Juan Atkins -integrante del mencionado trío- bajo el nombre de Cybotron.

Ya a finales de los 80 tenemos un estilo house desarrollado, con grupos como Inner City (creado por Kevin Saunderson, otro integrante del trío anterior) con sus singles Big Fun (1988) y Good Life (1989), y Black Box con el ya clásico Ride On Time (1989).

Entramos en la década de los 90 con música más bailable y más alegre si cabe: aparece el eurodance, surgido en Europa. En esa década artistas como 2 Unlimited, Haddaway, La Bouche, Alexia, Ice MC y Masterboy nos ponen las pilas en las pistas de baile. Con influencias del italodisco, house y hip-hop, las canciones eurodance suelen estar formadas por partes con vocales femeninas (los coros) y partes de rapeo masculino, todo intercalado con frenéticos y animados sonidos electrónicos.

Ya a finales de los 90 aparece el italodance -también llamado Nu Italo Disco-, una variante del eurodance que cobra fuerza en Italia y que incorpora un sonido bastante "metálico", con predominio de agudos, vocales distorsionadas con vocoders, una temática despreocupada, coros fáciles y, sobre todo, un género muy positivo y elevador. Gigi D'Agostino es considerado el creador de este estilo -inicialmente llamado Mediterreanean Progressive-, después seguido de interesantes grupos como Prezioso y Eiffel 65 -¿quién no se acuerda de su famoso Blue (Da Ba Dee)?-.

Igualmente a finales de la década de los 90 surge el euro-trance, especialmente en Alemania, Holanda y Bélgica, con grupos como Sash! y ATB. Entre 1997 y 2003 triunfa el vocal trance, una música euro-trance con vocales, donde destacan Lasgo, Milk Inc., Sylver, Orion Too, Fragma, Dee Dee, Ian Van Dahl y Astroline (Sash! también). Las canciones de estos grupos, mayoritariamente belgas, son a veces conocidas en España con el término "cantaditas", canciones generalmente fáciles, pegadizas, de vigorosa voz femenina, y sobre todo, muy frenéticas, con cierto toque trance de fondo. Canciones de algunos de estos grupos también son consideradas a veces eurodance (por ejemplo, algunos temas de Kate Ryan).

Por tanto, normalmente la etiqueta "euro" que antecede a diferentes denominaciones musicales (eurodance, eurotrance, eurodisco) hace referencia a que el origen de la música es europeo, pero no británico, mayormente comercial y que en muchos casos llegó a ser conocido o importado en Gran Bretaña y en EE.UU. De forma parecida, el término "italo" (italodisco, italodance) se suele emplear para aquellas vertientes musicales derivadas del término al que antecede, siendo de origen principalmente italiano, y un género todavía más sencillo y alegre -más playero- que el equivalente "euro".

Actualmente los estilos eurodance, italodance y euro-trance están, lamentablemente, un poco desfasados. Ahora predomina el trance -puro y duro- y sobre todo el electro-house, con David Guetta, Benny Benassi y Eric Prydz a la cabeza. Derivado del house, emplea a menudo sonidos de guitarras distorsionadas, a veces de piano, y fuertes graves.

Y sobre todo, lo que más se lleva en esta década que a punto estamos de abandonar es la revisión y actualización de temas techno-pop ochenteros y eurodance noventeros. Y es que los fundadores de este blog reconocemos que lo que más abunda ahora es una falta de originalidad preocupante (salvo honrosas excepciones, como Guru Josh Project), y sí, echamos mucho de menos que no nos pongan en los bares música dance como la que se hacía en los 90, la gloriosa década dance.

R.O.C.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Alta inspiración

Actualmente un reducido número de artistas no dejan de sorprendernos con auténticos "pelotazos", término makinero utilizado en ciertas emisoras dance del país. Este es el caso de David Guetta, que no para de componer buenos temas. Si hace poco nos entusiasmó con su When Love Takes Over, Kelly Rowland a las voces, ahora vuelve a apuntar alto con otra fémina, Rosie Rogers -para mi una desconocida-, con Without You. Tema poderoso y animado. Creo que llegará alto en las listas, como acostumbra.

Pero quien realmente está en la cima de la ola es Guru Josh, quien bajo el nombre Guru Josh Project está lanzando auténticas bombas acústicas. Ya arrasó el año pasado con Infinity 2008, versión del clásico homónimo del 89 -¡y yo que pensaba que era del 90!-, que se escuchó en todos los bares y discotecas del país, a todas horas, y aún se escucha. Y vuelve con fuerza. Con Crying In The Rain nos muestra un completo paisaje musical.


Y especialmente con un tema que estoy seguro va a dar mucho que hablar, quién sabe si igualará el éxito de Infinity 2008. Hablamos de Eternity, con un estilo similar al Infinity -¿será por el saxo de fondo?-, más fresco al ser un tema original, pero ambos igualmente gloriosos, esas canciones que te invitan a levantar las manos al cielo, cerrar los ojos, soñar y volar alto, muy alto.

Guru Josh, de un "pelotazo" a una bomba, del infinito a la eternidad.

R.O.C.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Sonidos del Universo

Nos referimos obviamente al último álbum de Depeche Mode, grupo de referencia en la música electrónica. Esta banda británica promete deleitarnos mañana en el concierto del Palacio de los Deportes de Madrid, dentro de su gira Tour of the Universe. Afortunados que somos, los aquí fundadores del blog asistiremos con gran expectación ante lo que esperamos sea un glorioso directo.

Recientemente elaboré una recopilación -un único CD- de los mejores temas de Depeche. No faltan los grandes clásicos Just Can't Get Enough, Never Let Me Down Again, Personal Jesus, Strangelove, Enjoy The Silence, etc. De esta selección me gustaría destacar también un tema que me hipnotiza cada vez que lo escucho: Behind The Wheel, dentro de su álbum Music For The Masses (1987), uno de sus mejores discos. Hipnótico, sí, es el mejor adjetivo que se me ocurre, aparte de oscuro y envolvente, lo cual es ya inherente en ellos.

Sin embargo, y debido a la limitada capacidad del disco compacto, sólo pude incluir 19 temas, y me dejé en el tintero otros que bien podían haber entrado, por ejemplo Martyr (2006), Suffer Well (2006) y especialmente Walking In My Shoes (1993). Escuchemos este último, dejémonos envolver por esta enérgica melodía.

Por último, no debemos olvidar que el disco central de la gira es el Sounds of the Universe, un álbum interesante aunque inferior a sus clásicos. Seguro que tocan unas cuantas de sus canciones, como Hole to Feed, In Chains o el mejor del disco, Wrong. ¿Estaremos equivocados al decir que lo vamos a gozar mañana en el concierto? No lo creo...

R.O.C.

sábado, 18 de julio de 2009

One Hit Wonders (II), poderío germánico

Desde Alemania también nos han dejado varios éxitos. El grupo Rheingold nos dejó su éxito, a nivel local, Dreiklangsdimensionen -a saber a qué dimensión se refieren, eso lo dejo para los germanófilos-. Se trata de un tema de 1980 perteneciente a la llamada Neue Deutsche Welle -o la Nueva Ola Alemana, estilo mezcla del punk y el new wave británicos- y que les llevó a la posición 17 en las listas alemanas (el puesto más alto alcanzado hasta la fecha por una canción de este género). Un tema suave, envolvente, agradable de escuchar -aunque utilice el alemán, idioma por lo general duro y tosco-. Dejémonos llevar a esa dimensión, sea cual sea.

Un éxito mayor en las listas alemanas alcanzó el single Das Omen - Teil 1, de los alemanes Mysterious Art, de efímera existencia -1988 a 1991-. Más enérgico y bailable, bastante más tardío (1989) y de más calidad, este magnífico tema vendió en Alemania la nada despreciable cifra de 400.000 copias, alcanzando el número 1 y siendo allí el single de mayor éxito en 1989. Tema que recuerda de alguna manera a los también alemanes Propaganda. Poderio rubio de la vocalista principal, que dió soporte a la otra rubia, la mismísima Madonna, en el Blonde Ambition Tour, allá por 1990.

Al igual que la canción, el vídeo desprende mucha energía, y mucho terror. Predominan los colores negros y rojos satánicos, letras de demonios, fantasmas, monstruos y de profecías (omen). De hecho se permiten intercalar un trozo de lo que parece Carmina Burana. En definitiva, un estupendo collage.

Por último, y de la misma forma que en el anterior artículo, os dejo con otro tema de esta banda, Carma - Omen 2, la segunda parte del anterior, un éxito menor que alcanzó el número 9 en las listas alemanas. Un intesante tema, más oscuro y germánico, pero igualmente enérgico.


R.O.C.

viernes, 17 de julio de 2009

One Hit Wonders (I)

Por one-hit wonders se conoce a aquellos artistas que se les conoce casi exclusivamente por un único éxito o hit musical. Esto es, si decimos el nombre de una banda one-hit wonder y sólo se nos viene a la cabeza una canción, posiblemente se trate de un one-hit wonder -suponiendo, claro está, un cierto nivel de cultura musical-. Esas parejas autor/canción han contraído matrimonio y conforme pasa el tiempo es más difícil separarles, más difícil es que obtengan otro hit. Se irán a la tumba con sólo un single en el bolsillo.

Existen multitud de one-hit wonders, muchos de ellos ampliamente conocidos: la alemana Nena con sus 99 Red Balloons, The Buggles y su nostalgia de la radio en Video Killed The Radio Star, Michael Sembello y su altamente bailable Maniac, las cuatro morenas de 4 Non Blondes y su What's Up, Berlin con Take My Breath Away, etc. Pero en este primer artículo, y los consecutivos, dedicados a los one-hit wonders nos centraremos más bien en grandes desconocidos pero que son autores de pequeñas joyas con grandes dosis de sintetizador.

Device fue una efímera banda americana - de 1986 a 1987- compuesta por dos vocalistas, Paul Engemann y la también teclista y bajo Holly Knight. Hanging on a Heart Attack (1986) fue su único éxito -alcanzó un Top 40 en EE.UU-. Su original -y estupendo- vídeo muestra a sus integrantes con peinados, atuendos y maquillajes plenamente ochenteros interpretando la canción en una especie de almacén regado con una luz azul blanquecina y una inquietante niebla, un ambiente totálmente gótico en el que no faltan incluso llamaradas. La melodía es sublime, sonido poderoso, elegante y con toques de misterio, pues a veces no sabes si estás en el cielo o en el infierno. Sobrecogedor, no te dejará indiferente -a mi me crea adicción-.

El segundo one-hit wonder está precisamente muy relacionado con el grupo anterior. Se trata del grupo Animotion, también estadounidense, que alcanzó el puesto 6 en el U.S. Billboard Hot 100 de 1985 con la obsesiva Obsession.

La relación entre las dos bandas es múltiple. Por un lado las dos formaciones emplean la fórmula efectista de dos vocalistas, masculino y femenino en ambos casos, en sus canciones. Por otro lado, la vocalista de Device, Holly Knight, es co-compositora de Obsession -Holly Knight de hecho fue una prolífica compositora, que escribió temas para Pat Benatar (Love is a Batterfield), Tina Turner (ni más ni menos que su mejor tema, The Best), Heart y Aerosmith entre otros-, y de otro fantástico tema -que no fue éxito- de Animotion, I Engineer. Más aún, el otro vocalista de Device, Paul Engemann, ha sido integrante de la propia formación Animotion desde 1988 a 1990 -fecha en la que se disolvió la formación-, participando en un interesante single, Room to Move.

Animotion se reagrupó en 1996 y actualmente continuan en escena. Aunque Animotion sea considerado un one-hit wonder se trata de una banda que tiene otros temas interesantes, entre ellos los anteriormente comentados -I Engineer y Room to Move- y también otros como I Want You y Let Him Go. Me quedo con el primero, con el que sospechosamente me siento relacionado y que aunque no haya sido un éxito me considero en la obligación de "pincharla", todo sea por la salud de vuestros oídos, ávidos de buena música electrónica, aunque en este caso el vídeo tiene un mediocre sonido, con lo que recomiendo conseguirla por otras vías -legales, claro- y escucharla en toda su "pureza sintética". Porque también en los "no-hits" encontramos buenas canciones.

R.O.C.

sábado, 21 de febrero de 2009

Con múltiple personalidad

Estamos ahora inmersos en plenos Carnavales, época carnal, de fiesta y múltiple personalidad. Esta noche saldremos y veremos variada "fauna": hombres vestidos de mujeres, divinas mujeres vestidas de brujas... Como en Carnaval también en la música existen numerosos artistas que se disfrazan y utilizan múltiples personalidades. ¿Cuántas veces nos ha pasado que escuchando una canción reconocemos la voz del cantante, o al menos nos suena mucho? ¿Y cuántas veces descubrimos que estábamos equivocados, que creíamos que se trataba de otro grupo? Pues bien, sabed que muchas veces estábamos en lo cierto, se trataba de ese vocalista, si bien en otra formación o con otro nombre. Esto ocurría mucho con los artistas italodisco de los 80, numerosos de ellos colaboraron en distintos proyectos a la vez o bajo distintos alias.

Es el caso de Tom Hooker. Escuchando su tema Looking For Love cualquiera que sepa algo de italodisco reconocerá, o creerá reconocer, al famoso grupo, más bien proyecto de estudio, Den Harrow. Pues sí y no. Habrá reconocido la inconfundible voz de Den Harrow, en su etapa que comenzó en 1985 con Future Brain -en etapas anteriores pusieron otros la voz: Chuck Rolando y Silver Pozzoli-. Sin duda las voces de esta última y la de la anterior son las mismas, pero Looking For Love pertenece a Tom Hooker, el cual colaboró con Den Harrow para poner la que sería su voz de identidad -la imagen corría a cargo de Stefano Zandri-, empezando por uno de sus himnos, Future Brain, obra maestra del género. Los vídeos comparten, aparte de la voz, un toque de clase impropio del italodisco.

Parecido le ocurría a Mike Mareen, autor entre otras de Agent Of Liberty. Si en el artículo anterior mencionamos su enorme generosidad por componer para otros -DJ's Project-, aquí debemos resaltar que utilizó diferentes alias durante su carrera, como Amadeus Liszt, con Win The Race como su tema más conocido. Eso sí, en ambos vídeos destaca un cierto toque hortera propio de la época -y del género-.

En fin, para los que lo celebren desearles un Feliz Carnaval 2009 y, para aquellos que salgan esta noche disfrazados con una de sus múltiples personalidades que sepan que, sin duda,... ¡les vamos a reconocer!


R.O.C.

jueves, 12 de febrero de 2009

Cuestión de generosidad

Existen compositores realmente altruistas, si no no se entiende, por ejemplo, cómo una obra de la talla de No Controles, compuesta por Nacho Cano, integrante de Mecano, fue regalada a Olé Olé para que con la voz de Vicky Larraz este grupo alcanzara el éxito traspasando fronteras -fue todo un hit en Italia-.

Esto mismo le sucedió al germano Mike Mareen, un prolífico compositor y productor de italodisco en los 80, famoso -en cierta medida- por temas como Love Spy y Agent Of Liberty, ambos de 1986. Escuchemos el primero para situarnos.

Sin embargo, y a pesar de que este tema no está falto de calidad, en mi opinión los dos mejores temas que compuso no los interpretó él, sino que se los regaló -¿cuestión de generosidad?- a un desconocido grupo, DJ's Project, para que un tal Silvano los interpretara: Birthday Girl (1986) y Vision Of Love (1987). En el primero, con vídeo musical, podremos apreciar, aparte del horterismo visual del italodisco de los 80, una canción con dos partes diferenciadas: una primera tranquila, elegante y sobria y una segunda parte orgásmica, un clímax electrónico casi espacial -yo me quedo con el orgasmo-, las cuales se vuelven a repetir. En el segundo tema destaca la electrónica pura, sonidos desgarradores, más elaborados y más elegantes, casi lagrimosos; en el vídeo podemos ver, y escuchar, en una actuación "callejera" una versión más actualizada -han sacado hace poco un Vision Of Love 2008-.

En dichas pistas Mike Mareen sólo figuraba como productor. Desgraciadamente estos dos temazos han permanecido injustamente olvidados. Pero para eso estamos nosotros, en este blog, para desempolvar y redescubrir viejos temas que merecen un puesto de honor en vuestros recuerdos. Porque también nosotros somos altruistas o... cuestión de generosidad.

R.O.C.

martes, 10 de febrero de 2009

Canciones a la luz de la luna

Luna llena desde mi ventana. Dentro de poco será Viernes 13. Siento el poder de esa esfera blanca con intrigantes sombras, allá, colgada a lo lejos. Siento su atracción. Todo se cubre en un halo de misterio. Un hombre lobo nos acecha.

Los misterios de la noche siempre han ido asociados, de una forma u otra, con el astro lunar, aquél que rige las corrientes marinas , aquél que rige nuestras vidas nocturnas. Y este astro tan enigmático ha sido inevitablemente tema central de numerosos temas maravillosos, mágicos, envolventes y, sobre todo, nocturnos. Una luna que a veces mata....

El plenilunio ha sido siempre asociado con la lechuza, animal nocturno por excelencia. ¿Quién no recuerda aquél búho de ojos que todo lo ven en aquellas escenas de Twin Peaks en la frontera de Canadá? Un árbol, una rama, una lechuza y la luna llena al fondo son escenas que todos fácilmente relacionamos. También los artistas que utilizan la luna en sus canciones recurren a las lechuzas en sus vídeos musicales, como podemos ver en los dos siguientes vídeos, uno de ellos tema de sobra conocido, el otro... ¡ah, el otro! Magia para los oídos desde aquél Canadá fronterizo donde parecen abundar estas aves nocturnas: Gowan con su Moonlight Desires nos lleva a un mundo aparte, donde todo es mágico; donde se puede, se debe soñar; donde sólo cabe la mentalidad positiva; donde nuestros deseos a la luz de esa luna llena sabemos que se cumplirán.


Esta mentalidad positiva en torno a la luna también se ha tratado en aquél género tan alegre, tan ochentero, que tanto nos gusta, como es el italodisco. Nos lo cantaba en los 80 Cliff Turner y su Moonlight Affair, con su desenfadada aventura en la noche. Y nos lo incrustaba en nuestro cerebro K. Barre en su Right By The Moon, con sus potentes y a la vez elegantes ritmos pegadizos. Magnífico tema.

La luna llena también da lugar asimismo al romance. ¡Cuántas cartas de amor se habrán escrito a la luz del astro lunar! ¡Cuántas aventuras amorosas se habrán "rodado" con su escasa luz como único foco! Y si hay una canción que lo resuma todo no es otra que aquella que empleo de tono para mi móvil -¡qué voy a hacer si soy un romántico empedernido!-, aquella que nos cantaba Al Jarre cuando empezada nuestra añorada serie Luz de Luna (Moonlighting, como el título de la canción), con aquella espléndida Cybill Shepherd, reina de nuestros corazones en los 80, y aquél pícaro de Bruce Willis que nos recordaba a todos nuestro lado más granuja.

Pero para acabar este artículo tengo imperiosamente que escoger una canción: la canción lunar, épica, romántica, poderosa y melancólica que aquellos chicos, aquellos Waterboys liderados por Mike Scott, nos regalaron en la década de los 80 -no os olvidéis, todas las canciones de este artículo son de esta magistral década-. Su himno, The Whole Of The Moon, con el que a golpe de trompeta y violín damos por terminado esta loa a la luna.


R.O.C.

lunes, 9 de febrero de 2009

Entremos en trance peligroso

No puedo menos que alucinar con este tema que me acaba de regalar en mi día de cumpleaños mi gran amigo Javi, creador de este blog y gran crítico de los placeres electrónicos que nos acompañan desde hace décadas. Si hace poco me enseñó ese hipnótico, para mi desconocido, Passion de Amen UK, esta tarde me ha vuelvo a mostrar la cara del trance más progresivo y peligroso que conozco. Dejémonos envolver, capturemos el poder de este Wet Like The Rain que los desconocidos The Bronx -holandeses, con únicamente este single- nos transmiten con la actuación en directo de la salvaje vocalista de rasgos asiáticos y su coro de bailarinas y entremos en ese trance hipnótico a donde nos quieren llevar. Pero, cuidado,¡es peligroso!, a mi escuchándola esta tarde -y no es coña- el ordenador se me ha apagado de golpe, emitiendo pitidos continuos como nunca me había pasado -he tardado una hora en arreglarlo-, lo cual me induce a pensar: ¿mera coincidencia o... el ordenador ha entrado en trance peligroso?



R.O.C.

lunes, 5 de enero de 2009

Sintetizadores de película

Sintetizadores grandes, enormes, los utilizados en las bandas sonoras de películas de los 80. El otro día sin ir más lejos vi Top Gun, no la veía desde pequeño, y me reencontré -recuerdo degustándola antaño en cinta- con una espectacular banda sonora, llena de estos generadores de sonido sintético que tanto nos apasionan a los creadores de este blog. En estos casos tengo la sana costumbre de, una vez acaba la película, aguardar hasta ver los títulos de las canciones de la banda sonora, con el compositor, productor y cantante, y descubrí interesantes datos que confirman a la BSO de Top Gun como un punto neurálgico, un hito, en las bandas sonoras de los 80, al participar tres grandes compositores, autores de importantes BSO de la época: Kenny Loggins, Harold Faltermeyer y, muy especialmente, Giorgio Moroder.

Empecemos por mi favorito, el compositor y productor italiano Giorgio Moroder, un asiduo de los sintetizadores, y por la posiblemente mejor canción de Top Gun, por lo menos la de mayor éxito y la más conocida, Take My Breath Away, escrita por Giorgio Moroder y cantada por la banda californiana Berlin, que con la voz de su vocalista Terri Nunn nos desarma en el vídeo musical subida a lomos del F-14 Tomcat de Tom Cruise.

Giorgio Moroder ya era muy conocido por entonces (Top Gun es de 1986). En la década de los 70 había lanzado varios álbumes e intervenido en numerosas bandas sonoras de películas. En 1978 compuso la banda sonora de El Expreso de Medianoche (1978) con su portentoso tema The Chase -del cual ya hemos gozado en otro artículo-. Ese mismo año, intervino en la BSO de Battlestar Galactica. En 1982 se encargó de la banda sonora de El Beso de la Pantera (Cat People), con una Nastassja Kinski arrebatadora, incluyendo el tema central Cat People (Putting Out Fire) con voces y letra de David Bowie. Al año siguiente, 1983, se encargó de la BSO de Scarface, con un interesante e inquietante tema, el Tony's Theme, oscuro como la película.

Moroder tiene a sus espaldas grandes éxitos en bandas sonoras, aunque la mayoría del público desconoce por completo su participación. ¿Quién sabe que este gran artista italiano es el compositor del tema principal de la mágica La Historia Interminable? La gente como mucho le suena Limahl, el vocalista de la canción, cantante principal de la banda inglesa Kajagoogoo. ¿Alguno se atreve a afirmar que sabía perfectamente que la canción Flashdance... What a Feeling, de la película Flashdance, está compuesta por Giorgio Moroder, y no Irene Cara, quien únicamente la interpreta y pone letra? Pocos, seguramente. Muy pocos. ¿Quién diría que la famosa canción Call Me, de Blondie, utilizada para la película American Gigolo (1980) y posteriormente empleada en otras películas como La Novia de Chucky, es en realidad una canción compuesta por Deborah Harry, la vocalista de Blondie, y Giorgio Moroder? Casi nadie, me parece. Escuchemos alguna de ellas para captar la música sintética de calidad que Moroder nos propone.

En 1984 Moroder trabajó con Philip Oakey, cabeza de Human League, resultando el hit Together in Electric Dreams, para la película homónima. Fue sin embargo tanto el éxito de la canción que relegó a la película a un segundo término. Canción optimista con un "toque" Human League -de hecho erronéamente se cree a menudo que es obra de este último grupo-. También Moroder compuso con Melissa Manchester la canción Thief Of Hearts para la película homónima (la película se llamó en el mercado español Ladrón de Pasiones) de 1984.

Por último, también merece la pena escuchar otras dos canciones de Moroder, en este caso instrumentales, de bandas sonoras. La primera, Night Drive, de American Gigolo, se trata de una variación del tema Call Me. La segunda se trata del Love Theme de la película Flashdance.



Siguiendo con Top Gun descubrimos a otro de los grandes, Harold Faltermeyer, compositor y teclista que está íntimamente ligado a Moroder al participar con él en numerosas bandas sonoras, el primero como teclista y el segundo como productor. En Top Gun Harold Faltermeyer participa en el Top Gun Anthem, el tema central de Top Gun, una canción instrumental rock. En el vídeo aparece tocando el piano, junto con Steve Stevens a la guitarra. Inspiradora. También en la misma película Faltermeyer escribe la canción Mighty Wings para que la interprete la banda americana Cheap Trick. Muy marchosa, ideal para los combates aéreos.

Pero Harold Faltermeyer es incluso más conocido por su canción Axel F., tema principal de Superdetective en Holywood, con un gran empleo de sintetizadores. Melodía altamente pegadiza. Aprovechemos para ver el vídeo musical de otra gran canción de esta película, en este caso titulada The Heat Is On, de Glenn Frey, muy ochentera.

Siguiendo con Top Gun, el tercer gran artista que participa es Kenny Loggins, famoso por su canción Footloose de la película homónima. Danger Zone, para muchos el tema central de Top Gun, una canción enérgica, poderosa, en la cual también participa el omnipresente Giorgio Moroder, al ser el compositor, y dejando a Kenny Loggins la ejecución. También destaca el tema Playing With The Boys -éste enteramente de Kenny-, que se puede escuchar cuando juegan al volleyball sin camisetas, para enseñar un poco los cuerpos de los chicos guapos del momento, Tom Cruise y Val Kilmer. Kenny Loggins también participó en otras películas, por ejemplo con el tema Meet Me Halfway de la película Yo, El Halcón. Veamos el vídeo musical de las dos canciones de Top Gun en las que participó.

Como estamos hablando de sintetizadores de película no quiero acabar el artículo sin hablar de un gran artista de los sintetizadores para series de televisión. Jan Hammer y su participación en la banda sonora de Miami Vice conocida en España por Corrupción en Miami merecen esto y más. Veamos el vídeo de inicio de la serie, el Miami Vice Theme, donde truenan las cajas de percusiones y los sintetizadores hablan por sí solos, y que nos daba paso cada semana al inicio de las aventuras, mayormente desventuras, de los duros policías Ricardo Tubbs y Sonny Crocket en aquellas tierras de cuerpos bellos y vestimentas cutres. Escuchemos también el Crockett's Theme que nos propone Jan Hammer, utilizado para los momentos de desgracia de Sonny, generalmente muerte de un querido. Sonidos más tristes, sintetizador lloroso.

En resumen, sirva este artículo para motivar el visionado de Top Gun, Ídolos del Aire. Una gran película. Una enorme banda sonora.

R.O.C.

La originalidad del dance actual, en crisis?

Queda patente la manifiesta falta de ideas en el dance del nuevo milenio, partiendo de que una gran parte de las canciones dance que ahora escuchamos son un remix de canciones dance de los 90 o bien versiones dance de temas tecnopop de los 80; si bien me doy cuenta de un gran desconocimiento por parte del público de que aquellos temas tan geniales que el DJ de turno está pinchando realmente no son versiones originales sino meras revisiones actualizadas a los gustos del momento, normalmente con toques latinos y sensuales, o con ese tamborileo de graves con que nos tienen últimamente acostumbrados -la verdad es que generalmente ni los propios DJs, normalmente veinteañeros, conocen la versión original, todo una pena-.

Estos petardeos de graves, que nunca han acabado de convencerme, son patentes por ejemplo en el tema Infinity 2008, remix de DJ Klaas, versión actualizada del Infinity de Guru Josh, de 1990. Escuchemos en paralelo los dos temas y decidamos cuál preferimos, si el estilo y la magia de la original (pura nostalgia) o la más contundente versión actual, impregnada también de ese toque sublime, casi épico, que impregna el saxofón cada vez que entra en escena, pero estropeado en algunos puntos por la matraca de bajos.

Esta falta de originalidad actual queda también impresa en los vídeos musicales. Ya en los vídeos anteriores se pueden contemplar las diferencias: mientras que en el nuevo milenio parece que necesitan enseñar chicas semidesnudas, barbies recién salidas de quirófano -¿alguien entiende a qué viene ese streaptease erótico delante del televisor, con martillo incluido?-, en la década de los 90 se centran en la fiesta, gente bailando y pasándoselo bien, chicas monas pero ante todo alegría y diversión, mucha fun y tiempo de 'mon'; mientras que en la década de los 80 queda reflejada la elegancia, el estilo, el romanticismo.

Veamos el vídeo musical de Valiere, de Steve Winwood (1982), y comparémoslo con la versión actual de Eric Prydz titulada Call On Me (2004), en referencia al segundo estribillo que se repite en la original. Un vídeo erótico el de Call On Me, más allá de la sensualidad; sí, están todas las chicas muy buenas y a los chicos nos gusta el vídeo pero, nuevamente, ¿es necesario que hagan ese vídeo con movimientos pélvicos exagerados, pechos a rebosar, cuerpos sudorosos, toqueteos y golpes en el trasero incluidos?. Por contra, el más casto y puro vídeo de los 80 sólo nos muestra la belleza de la tal Valerie en su rostro y su movimiento de cabello, sensual sí, pero elegante también. Creo que la canción no necesita nada más.

La falta de originalidad afecta incluso a los propios grupos dance de los 90 que, impotentes por reecontrarse, emplean la fórmula barata de versionar en el nuevo milenio alguno de sus éxitos. Es el caso de 2 Unlimited, uno de los grandes de los 90, que ha versionado dos de sus grandes éxitos bajo el nombre de No Limit 2.3 (2003) y Tribal Dance 2.4 (2004), honrosa versión esta última, no así la primera. También el grupo Amen! -conocido también como Amen! UK- versionó, o más bien destrozó, en el 2003 su hit Passion. Se vuelve a demostrar lo comentado: las imágenes de los vídeos llenas de originalidad y estilo en los 90 versus cuerpos esculturales y sensualidad en los 2000; sonidos limpios y pureza electrónica en los 90 frente a distorsión sonora en la presente década -¿cómo han podido apagar y distorsionar lo mejor de la canción original, esos subidones de adrenalina electrónica, y disfrazarlos tras esos bastos graves?-. No pueden ser considerados más que unos herejes, unos vendidos, como podréis comprobar (a la izquierda la herejía).

El toque latino también se refleja en las versiones dance modernas, debido a la gran inmigración y al éxito de lo latino en el mundo anglosajón. Un buen ejemplo es este Ritmo de la Noche (Latin House Mix) que realizó Chocolate en el 2007, versionando al famoso tema de Mystic (1990). Sumerjámonos en la noche latina y en sus ritmos hipnóticos, sexies, veraniegos....

Existen otras muchas revisiones que bien se han acercado a la calidad de la original -o por lo menos le han dado un toque diferente, más bailable, como el Voyage, Voyage de Kate Ryan versionando el famosísimo tema ochentero de Desireless-, o bien incluso la han llegado a superar, como ese magnífico Because The Night de Jan Wayne (2002), versionando el tema homónimo y rockero de Patti Smith de 1978. Otra interesante versión dance fue la que realizó Co.Ro feat. Taleesa en 1992, que alcanzó Nº1 en España, con coros incorporados del ochentero Master and Servant de Depeche Mode. Merece la pena escuchar estas dos versiones dance que se llevan 10 años de diferencia y ver sus vídeos musicales, donde quedan una vez más palpables las diferencias visuales de ambas décadas.

En definitiva, y aunque parezca lo contrario, sí me gusta que hagan versiones dance de temas de los 80, o versiones actualizadas de temas dance noventeros, porque así es mucho más probable que lo escuchemos en los bares en la fiebre del sábado noche, si bien reconozco que en la mayoría de los casos no llegan a la suela de la original y me quedo con ganas de ir a donde el DJ de turno y decirle: "¿pero tú, patán, no sabes que esto es una versión cutre de un maravilloso tema noventero de...? ¡Ya nos la estás poniendo!"


R.O.C.