sábado, 29 de noviembre de 2008

El trío de Belleville, nacimiento del techno

El nacimiento del sonido techno se atribuye a estos tres chicos de raza negra que coincidieron en el instituto a principios de los 80 en Belleville, cerca de Detroit. Fue este trío - Juan Atkins, Derrick May y Kevin Saunderson -, que se conocería como Belleville Three, los que originaron el Detroit techno, precursor de la música techno. Se juntaron en la pequeña y racista Belleville, compartiendo su interés por los sonidos electrónicos y funk de un show de radio nocturno emitido en Detroit y por la música de grupos con estilos variados como Prince, Parliament y, cómo no, los omnipresentes Kraftwerk. A partir de ahí desarrollarían sus carreras en diferentes grupos, cada uno por su lado, pero afincándose en un Detroit peligroso, sumido a mediados de los 80 en una grave crisis económica y donde los tiroteos y peleas en las discotecas eran frecuentes. Esto influenciaría de manera notable el tipo de música electrónica que desarrollarían, llena de sonidos oscuros.

Juan Atkins fue el primero que utilizó la etiqueta techno para referirse a la música que estaban elaborando, el Detroit techno. Formó en 1981 el grupo Cybotron, nombre futurista mezcla de cyborg y cyclotron, con el que compone originales temas como Cosmic Cars, Clear o Techno City. Por desavenencias musicales deja el grupo en 1983, y a partir de entonces publicará diferentes discos y singles bajo diferentes pseudónimos, entre los que destaca Model 500, con los singles No UFO's y Night Drive. Escuchemos los sonidos enigmáticos de Clear (Cybotron) y Future (Model 500), donde se puede comprobar el interés en la experimentación de nuevos sonidos, con un toque claramente futurista, incluso cyborgnético.



Por su parte Derrick May empezó su carrera musical bastante más tarde que Atkins, en 1986, utilizando diferentes pseudónimos a lo largo de se carrera - menos prólífica y de menor impacto que la de Atkins-, como Derrick May y Rhythim is Rhythim. Bajo el nombre de este último elaboraría sus mayores éxitos, destacando Strings of Life (1987), con sonidos también futuristas pero más enérgico y bailable que los anteriores temas de Atkins.


Pero sin duda es la música de Kevin Saunderson la que más me atrae. También trabajará con diferentes alias y en diferentes proyectos, como Kreem bajo el que compuso el Triangle of Love o el proyecto E-dancer, con un toque más underground. El proyecto más interesante y de mayor impacto internacional será el grupo que forme en 1987 con la vocalista Paris Gray - con un interesante éxito anterior, Don't Make Me Jack -, que aportará al grupo su potente voz negra con tonalidades soul: Inner City. Con esta banda, una de las pioneras en temas dance, Saunderson venderá más de 6 millones de álbumes, encabezando en numerosas ocasiones el top de las listas de baile en EE.UU y Gran Bretaña con bombazos como Big Fun y Good Life, ambos en 1988, con los que arrasaron en las pistas de baile. Dejémonos llevar por la energía que transmiten estos dos temas, con un estilo ya más cercano al eurodance.



Quedémonos pues con la gran influencia que tuvieron este trío de chicos de Detroit en la evolución de la música techno y la influencia en particular de Saunderson con Inner City en el eurodance de los 90.


R.O.C.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Melodía en el espacio (II)

En el artículo anterior nos centrábamos en el Space Disco. Este estilo evolucionó a principios de los 80 en el Spacesynth, también conocido como Space Dance o Synthdance, a partir de artistas de italodisco influenciandos por el Space Disco y por esos sonidos electrónicos enigmáticos y futuristas, en este caso más bailables - este estilo se considera un subgénero del Italodisco -, llegando a su declive a finales de los 80.

En los temas spacesynth se hecha en falta la letra, ya que generalmente no utilizan ninguna más allá de una repetición periódica del título, como en el caso de uno de los temas más famosos del spacesynth, el Power Run de los holandeses Laserdance, uno de los grandes destacados en el género. Además de Laserdance destacó en esta particular escena espacial de los 80 el grupo italiano Koto, con temas como Visitors y Jabdah, ésta última en referencia a Jabba The Hutt, el grotesco y enorme alienígena criminal de Star Wars, como se puede ver en alguna escena del vídeo cuando dice su nombre, entre saltitos, el "pequeño saltamontes" al teclado.

Precisamente uno de los integrantes de Koto, Stefano Cundari, participó activamente en otro grupo italiano de spacesynth, Hipnosis, que remezclaron el tema Pulstar de Vangelis, tan conocido y utilizado como tema de cabecera en diversos programas de la radio y de la pequeña pantalla, y compusieron otro famoso tema, Droid. Despidámonos con este remix del tema de Vangelis, como fin de emisión espacial...


R.O.C.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Melodía en el espacio (I)

Los primeros sonidos que sonaron en el espacio - algo ridículo teniendo en cuenta que en el espacio no se transmite el sonido - fue la música disco espacial, el género Space Disco, evolucionado de la música eurodisco - género disco pop de artistas europeos no ingleses en la década de los 70- con sonidos futuristas, y amplia utilización del sintetizador, caja de ritmos y vocoders. Un género que duró muy poco, del 1977 al 1980, y coincidió con el estreno de películas épicas de ciencia ficción, entre ellas las taquilleras Star Wars y Encuentros en la Tercera Fase, de Spielberg.

Uno de los primeros éxitos de 1977 a destacar es el Magic Fly de los franceses Space, que sin letra pero con ritmos hipnóticos cercanos a Jean-Michel Jarre (no en vano comparten nacionalidad) nos llevan vestidos de astronautas a un estado de "trance espacial". También destaca en ese año Supernatural del francés Cerrone, un tema con argumento conservacionista y en contra de la experimentación humana, relativo a unos seres mutantes creados por el hombre cuando intentan luchar contra el hambre e inundan los campos con pociones químicas: la natuleza se revela y se venga, y el hombre tiene que buscar de nuevo su lugar en el mundo. Intesante argumento y letra para una también interesante melodía de fondo, explosiones y láseres incluidos.

Los artistas que representan este género suelen vestirse en fiel acompañamiento a la música, con disfraces de aliens, robots, astronautas y en general de forma futurista, tal como se muestra en el vídeo de Dee D. Jackson, Automatic Lover, donde se muestra un robot amante de una bella princesa interestelar, vestida a juego con el plateado robot, y que parece salida de Flash Gordon.

Por último, no podemos terminar sin mencionar al maestro italiano Giorgio Moroder, que compuso entre otras la banda sonora de Battlestar Galactica y Midnight Express, ambas en 1978. Nos quedamos con esta última, el tema The Chase, que aunque no tiene una ambientación scifi (la película transcurre en Turquía), tiene ritmos totalmente futuristas que me recuerdan al tema anterior de Cerrone.

Este genero evolucionaría más tarde en el Italo Disco, y más concretamente en el subgénero Space Dance o Spacesynth. Pero, como dicen en las películas de Conan, esa es otra historia...

R.O.C.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Cantaditas, esas grandes desconocidas

Por "cantanditas" se conoce a un género evolucionado del eurodance, con ritmos más agresivos, cercano al techno, pero con la característica que siempre está cantada por la voz aguda y poderosa de una fémina. Son bastante más bailables que el eurodance, normalmente más largos (más de 5' min.), más salvajes y también más de discoteca radical. Todo aquél que escucha una "cantadita" queda fácilmente sometido a su ritmo frenético, a ese ángel que nos canta, normalmente pidiendo amor. La fantasía se desata, y si no nos la hacen desatar, nada más hay que ver las portadas con las que ilustran todos estos temas: chicas muy ligeritas de ropa, grandes pechos, "tipitos" de escándalo, y en general muy golosas (nada más ver el ejemplo que ilustra el artículo)...

Existen un elevado número de artistas de "cantaditas", pero casi todos son completamente desconocidos para el gran público. También es muy difícil conseguir los temas, a no ser en recopilatorios, no existen vídeos musicales y muchas veces es imposible encontrar información en Internet de los artistas y año de las canciones - son los gran olvidados de la wikipedia y del youtube -, con una excepción: www.discogs.com nos solucionará cualquier duda. Muchos de los artistas son españoles, como DJ Miguel Serna y el valenciano Head Hornys (Toni Martínez). Escuchemos una gran tema de éste último, In Your Eyes (uff, qué marcha), en paralelo con otro tema de los valencianos New Limit (los hermanos Amparo, José y Sebastián Ríos), uno de los iniciadores de este particular estilo, que allá por 1995 nos deleitó con Scream, interesante canción que podría ser mejor, quién sabe, si la hermanita Amparo no se hubiera saltado las clases de inglés.

Entre los temas "cantaditos" de más calidad podemos destacar, entre otros, el enorme World of Love de los españoles Clublanders y el Sweet Release de los británicos Trouser Enthusiasts. Pero por encima de todo destaco un tema del 2000 con mucha, mucha magia, y que esta vez sí viene con vídeo (aunque montado por algún fan con imágenes del Final Fantasy X-2). De todas formas las imágenes son preciosas y reflejan ese toque romántico, casi de dibujo animado japonés, con esa voz tan cálida y acogedora, y también esa base rítimica frenética que nos pone de pie. Uooo ooohhh, abrid bien los ojos porque nos llega de la mano de Astroline esta joya con la que empezamos el milenio: Close My Eyes.


R.O.C.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Mágicas maniobras en la oscuridad

Nos referimos, cómo no, a uno de los grandes grupos del synth-pop de los 80: OMD, Orchestral Manoeuvres in the Dark, el grupo británico fundado por Andy Mccluskey y Paul Humphreys, grandes admiradores de la música de Kraftwerk. Empezaron fuertes en calidad - no tanto en éxito- con su single Electricity de 1979, un canto a las energías renovables y una "pequeña" joya electrónica, con un mágico comienzo de sintetizadores "marca de la casa" y esa voz tan peculiar que parece hablarnos desde el cielo, empujada suavemente por el viento, una fuente de sonido fresca, límpida.

Su primer éxito les llegó de la mano de Messages, con un toque más misterioso y oscuro - otra mágica maniobra orquestal en la oscuridad- que habla de la importancia de la comunicación y el poder venenoso de los mensajes tras una ruptura amorosa. Esa característica melodía sintética de fondo y esa voz llorosa les acompañará en el resto de su breve carrera, hasta que se separaron en 1989 - aunque en 2006 se han vuelto a juntar para dar algunas giras-.

En 1980 lanzan el álbum Organisation, en honor a su grupo idolatrado, Kraftwerk - Organisation fue el nombre de la banda anterior de los fundadores de Kraftwerk-. Aparte de Electricity este álbum contenía una de las canciones más características del tecno-pop de los 80, con uno de los empieces más universalmente conocido, un grito a la paz y una condena al avión que lanzó a Little Boy, la primera bomba atómica sobre Hiroshima en 1945: Enola Gay. Aunque el tema que trata sea bastante lúgubre, con más de 100.000 muertos de por medio, esta canción supone en realidad un canto a la vida, una canción que siempre que la escucho me lleva a un estadio de buen humor y euforia, quizás por transmitir la idea de un futuro mejor. Siempre que me acuerdo de ella me veo bailando, dando saltos. Quizás esto mismo le ha transmitido al que yo considero Maestro del dance, Sash!, pues en 1998 sacó un remix que estoy en la obligación de poner: la mezcla del para mí mejor grupo de tecno-pop de los 80 con el mejor artista dance me lo ordenan imperiosamente. Quién sabe si la versión del maestro puede mejorar incluso a la original!!



El siguiente álbum, Architecture & Morality, fue considerado por la crítica el mejor álbum del grupo. Incluía Souvenir, su mayor éxito en listas británicas. Pero sin duda la obra de más calidad del grupo, una auténtica obra sinfónica que siempre escucho en el coche subiendo algún puerto con paisajes sobrecogedores para estar a la altura de la canción, es Maid of Orleans, que trata de la heroína Juana de Arco. Una obra maestra que en cada compilación que hago siempre coloco para finalizar el disco - será, quizás, porque no hay forma mejor de acabar un disco-. Con todos ustedes, los reyes del tecno-pop de los 80, las mágicas Maniobras Orquestales en la Oscuridad....



R.O.C.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Tiempo de 'mon'

Cuando veamos este signo en la carátula de un disco, en una camiseta, en el cartel de un concierto o en cualquier otro lugar, la clave para interpretarlo es ésta: se trata de 'mon', ideograma japonés que significa 'bailar', y que ha elegido Gigi D'Agostino como símbolo de su carrera. No a otra cosa distinta que a hacernos bailar se ha dedicado desde sus comienzos este dj turinés, que cuenta entre su producción con algunos de los mejores temas dance de la segunda mitad de los noventa y principios de la década actual.

Tras unos años en que desarrolla proyectos subalternos, como mero pinchadiscos, autor de remezclas o trabajos en colaboración, a finales de 1996 sale su primer álbum en solitario. En octubre lanza el single New Year's Day. A título personal, no es casualidad que sea precisamente esta canción una de las que más intensos recuerdos me traen de noches pasadas: fue justamente en octubre de 1996 cuando me trasladé a Madrid para empezar la carrera y, en cierto modo, una nueva vida. Por entonces sonaba en todas partes esta melodía cadenciosa, elegante y algo obsesiva. Hasta ahora no sabía que era de Gigi D'Agostino, y al descubrirlo he destapado sin querer el tarro de las nostalgias... Tiempo de 'mon'.

1999 es el año dorado del músico italiano. Publica el álbum L'Amour Toujours, del que resulta obligado mencionar al menos cinco temas. Comencemos por Another Way, un clásico en las pistas de baile, con un comienzo contundente de punteo electrónico, característico del autor, y un pegadizo estribillo que suena incluso algo ochentero. ¿Quién puede quedarse quieto, sin levantarse y llevar frenéticamente el ritmo, cuando lo escucha? Yo no, desde luego... Tiempo de 'mon'.

Otro tema que transporta sin remedio a quien lo escucha es Bla Bla Bla, que según el propio Gigi está compuesto en honor de aquellas personas que hablan y hablan, pero no dicen nada. Recuerdo que lo utilizaba como sintonía, entre otras variadas y no menos marchosas, un programa muy gamberro de Top Radio, donde había una sección en la que gastaban bromas, y otra en la que ponían en contacto a chicos y chicas los fines de semana para quedar, en directo: '¿Por dónde soléis salir?', 'Pues por Moncloa', 'Pues allí nos vemos, en el intercambiador', 'Pues ¿qué vais a llevar, para reconoceros?', 'Pues un yogur en una mano (?)', 'Pues venga, nos vemos', 'Pues ciao', 'Pues hasta luego'... Tiempo de 'mon'.

Mucho sonó por aquella época otro gran tema del álbum, que comienza como una fanfarria militar y que tiene un cierto aroma del medievo: The Riddle. Ya se sabe, en el amor, como en la guerra. Al son de este himno seguramente se batirían en la discoteca los chicos del grupo mencionado antes para lograr el botín de la guapa de turno, la que llevaba en la mano el yogur... Tiempo de 'mon'.

Y para concluir, las dos canciones que con toda seguridad pueden considerarse las mejores y más celebradas de Gigi. La Passion, de nuevo con ese inconfundible punteo electrónico y un dramatismo progresivo que va desarrollándose hasta el clímax final. (Digamos entre paréntesis que quizá la elevación definitiva de un tema a la categoría de clásico es su elección para cerrar un local todas las noches: ocurre con La Chica de Ayer, de Nacha Pop, en el Penta de Madrid; ocurría con Avalon, de Roxy Music, en el pub del mismo nombre, en Burgos; y ocurre con La Passion en La Miel, también en Burgos, como ahora sabe mi buen amigo y compañero de blog R. O. C., cuyo escepticismo le costó una apuesta...) Tiempo de 'mon'.

Por último, el tema que da título al álbum, L'Amour Toujours (I'll Fly With You). Un auténtico prodigio de la música de baile, con ritmo subyugante, gran originalidad -la voz de ella parece afectada por el helio, pero eso incluso le confiere más ternura- y un toque general de melodrama, de épica amorosa, de huida a las alturas para que él y ella se fundan en un abrazo que dure una o dos eternidades. Canción para escucharla una y otra vez, una y otra vez, a ser posible en el fragor de la noche... Tiempo de 'mon'.

F. J. E.

sábado, 1 de noviembre de 2008

El dance del nuevo milenio

Aunque la música de la década del 2000 no sea en principio objeto de este blog no me resisto a escribir este breve artículo sobre la música dance que nos inunda en los últimos años y que gozamos continuamente en la pista de los bares para todos aquellos que tenemos la "sana" costumbre de ceder a la tentación de la noche y salir de marcha con los amigos. Si bien en el dance de los 90 lo que predominaba era el estilo eurodance y la gran calidad y originalidad de los temas, esta nueva década nos ha traído multitud de estilos evolucionados de aquél y lo que predomina es el house, o afinando más el electro house, subgénero del house. En este estilo destacan los grandes Eric Prydz, David Guetta o Benny Benassi. En esta década abundan las versiones de temas tecno-pop ochenteros debido muchas veces a la falta de originalidad que impera últimamente, pero también hay grandes éxitos que debemos mencionar.

Hagamos un recorrido por los últimos años, esos grandes hits que no hemos parado de bailar una y otra vez cada que la ponían por la noche. Nos remontamos al 2005 y encontramos un éxito que creo fue la mejor canción del año: Remember, de The Underdog Project. Gran tema playero, veraniego, con ese toque nostálgico de recuerdo, como bien indica su título: "Maybe you remember / when we met on the beach / when you showed me the way", en clara referencia al primer polvo (playero en este caso). Este tema utilizaba el recurso cada vez más frecuente de mezclar el inglés con el español (y es que lo latino está de moda), que junto con el nanananananie, que nadie puede resistirse a tararear, contribuyó al éxito de la canción. El vídeo no deja de ser el clásico del verano, con chicas guapas, cuerpos bonitos, mucha luz, mar, palmeras y colores intensos. Este tema ha sido versionado por David Tavare, pero me quedo con el original.

Al año siguiente hubo dos temas que yo particularmente no paraba de oir cada vez que salía de fiesta: el I Don't Feel Like Dancing de The Scissor Sisters (aludiendo a la postura de la tijera que emplean algunas bolleras, qué cachondos!) y el World, Hold On (Children Of The Sky) de Bob Sinclair. Creo que este tema arrasó por sus silbidos (recurso que ya utilizó en su anterior éxito, Love Generation, junto con el protagonista, un niño) y ese ritmo de fondo un tanto espacial, que alcanca su éxtasis al final de la canción.

En el 2007 es obligatorio mencionar dos temazos: Proper Education de Eric Prydz y Tell Me Why de Supermode. Este último es una mezcla de dos canciones de Jimmy Somerville, la música la toma de Smalltown Boy y la letra de Why. Por la calidad del vídeo y el mensaje que transmite (salvemos el planeta) nos quedamos con el tema de Prydz, un remix del Another Brick In The Wall, Part II de Pink Floyd, que presenta unos colegiales en su labor de ahorro de energía aderezado con saltos acrobáticos.


Y en este año 2008 el tema Shine On de R.I.O. brilla con luz propia. Un tema altamente positivo, como el vídeo playero que lo acompaña, donde se nos muestra a un predicador compartiendo su amor a todas las caras (y culos) bonitos que aparecen. Un fallo de este vídeo es quizás cuando enfocan la cara del predicador, uff, qué susto se lleva el espectador! Bueno, a disfrutarlo, que también en este nuevo milenio se hacen temas buenos (por supuesto sin llegar a la alta calidad de los temas dance noventeros)


R.O.C.